La diversidad entre organismos es consecuencia de las diferencias en sus secuencias de ADN y de los efectos ambientales. La variación genética es notable, y cada individuo de cualquier especie posee una secuencia de ADN única.
La investigación del ADN permite la diferenciación de individuos, mediante pruebas para realizar perfiles genéticos.
El perfil genético, también conocido como huella genética, es un método confiable para detectar diferencias o polimorfismos entre las distintas secuencias de nucleótidos, presentes en diversas regiones del genoma o en mutaciones puntuales.
Una de las formas más simples de realizar un ensayo de este tipo es por medio de marcadores moleculares. Pero ¿qué son los marcadores? Son locus con variaciones detectables, o en otras palabras, fragmentos de ADN polimórfico asociados a una determinada ubicación dentro del genoma.
Estos fragmentos de ADN pueden ser obtenidos mediante PCR, enzimas de restricción o una combinación de ambas. Para obtener un marcador, es necesario detectar en el ADN repeticiones de uno, dos, tres o más nucleótidos que se encuentran en disposición tándem o dispersas.
Una forma muy simple de realizar un perfil genético es mediante el polimorfismo de longitud de fragmentos de restricción (RFLPs), una metodología que permite cortar al ADN en ciertos puntos o sitios de restricción por una o varias enzimas, generando secuencias cortas y específicas.
Después del corte, es posible analizar los fragmentos utilizando un método de laboratorio llamado electroforesis en gel, que separa los fragmentos de ADN según su tamaño.
Si dos individuos tienen diferencias en sus secuencias de ADN en sitios de restricción particulares, entonces las enzimas de restricción cortarán su ADN en fragmentos de diferentes longitudes.
También puede haber diferencias en el número de fragmentos de ADN observados entre dos o más individuos.
Los RFLPs son la primera técnica que se desarrolló para realizar perfiles genéticos, y su primer uso fue en Medicina Forense para condenar a un asesino en Inglaterra.
Aunque los RFLPs ya no se usan comúnmente, todavía tienen un papel importante en el análisis de genes específicos de enfermedades en cromosomas, tipificación genética y análisis de paternidad.
También ayuda a comprender aspectos genéticos en patrones de reproducción en varios animales, y recientemente se ha utilizado como una herramienta confiable para ver la diversidad genética de patógenos en alimentos, sin necesidad de utilizar la secuenciación.
Por: Dra. Diana Becerra Morales