La Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, Polymerase Chain Reaction) amplifica una secuencia de DNA mediante ciclos repetidos de separación de cadenas y replicación del DNA.
Con la PCR cada DNA recién sintetizado se convierte en una molécula molde para generar más, creando así una reacción en cadena que genera copias de DNA de manera exponencial.
La PCR ha revolucionado la biología debido a su capacidad de utilizar cantidades infinitesimalmente pequeñas de DNA y amplificarlo en cantidades susceptibles de análisis utilizando a la enzima DNA polimerasa, que es la encargada de sintetizar nuevas copias de DNA.
La PCR típica en realidad, amplifica solo una región o secuencia diana elegida dentro de una muestra compleja de DNA mediante dos pequeñas moléculas de DNA monocatenario llamados iniciadores (primers o cebadores) de PCR.
Los iniciadores de PCR son la clave para amplificar solo una secuencia diana definida de una muestra compleja, incluso tan compleja como una muestra de DNA aislada de suelo o agua, que puede contener millones de fragmentos diferentes de DNA de los microbios que habitan estos entornos.
Esta técnica de PCR, conocida también como PCR punto final, se puede resumir como en la imagen anterior. Primero, se extrae el DNA bicatenario que contiene la región diana y luego se calienta hasta que se vuelve monocatenaria. A continuación, los iniciadores de PCR se parean al principio y al final de la región objetivo. Finalmente, la DNA polimerasa hace copias de la región diana.
El primer paso en la PCR es mezclar los siguientes componentes o ingredientes en un tubo:
El segundo paso de la PCR es colocar el tubo con los ingredientes en una máquina especial llamada máquina de PCR o termociclador, que es capaz de alternar la temperatura del tubo de reacción de PCR de forma rápida y precisa.
El termociclador alterna la temperatura desde un máximo de 95 °C hasta un mínimo de 4 °C. Normalmente, una reacción de PCR se realizará en 20-40 ciclos con tres temperaturas diferentes en cada uno de los ciclos. Cada ciclo consta de una temperatura de desnaturalización, una temperatura de alineamiento y finalmente una temperatura de extensión.
De todos los avances técnicos en biología molecular moderna, la PCR es uno de los más útiles; de hecho, la PCR es lo suficientemente sensible como para amplificar el DNA de una sola célula.
No es sorprendente que la PCR haya encontrado aplicaciones en todos los campos de la biología molecular y la biotecnología, tanto básica como aplicada. Estos incluyen análisis y manipulación de DNA, construcción de plantas y animales transgénicos, ciencia forense, diagnóstico médico, terapia génica y análisis ambiental.
En teoría, la PCR amplifica el DNA de manera exponencial, duplicando el número de moléculas diana con cada ciclo de amplificación. Cuando se desarrolló por primera vez, los científicos razonaron que el número de ciclos y la cantidad de producto final de la PCR podrían usarse para calcular la cantidad inicial de material genético en comparación con un estándar conocido. Para abordar la necesidad de una cuantificación sólida, se desarrolló la técnica de PCR en tiempo real.
Actualmente, una aplicación principal de la PCR de punto final es amplificar DNA específico para secuenciar, clonar y usar en distintas técnicas de biología molecular.